lunes, 25 de mayo de 2009

CON QUE SINCERIDAD, CON QUE PENSAMIENTOS, CON QUE PALABRAS...

Existe el anhelo de "contacto", de "verlos", de "hablar" con Ellos, con "Los de Arriba" (como alguien gusta de llamarles amigablemente), para saber directamente un poco más de este "conocimiento" que sin duda tienen sobre los "contenidos" del Gran Universo, del Cosmos infinito, y aprender de su mano el "quienes somos, el "porqué estamos aquí" y el "de donde venimos". Si somos (nuestro Ser espiritual) tan antiguos como algunos contactados de prestigio han divulgado con afán, y como "pudimos caer" en manos de quienes nos han manipulado y moldeado a su antojo.
Este anhelo de "contacto" sincero y noble, pienso que son muchísimas las personas que lo tienen, que lo sienten. Pero, -y ahí es a donde voy-, qué puedo contarles de mi (aunque lo sepan muy bien ya de antemano). ¿Alguien ha hecho esta reflexión personal? ¿Puede mi persona recabar la atención de unos "Seres tan depurados"? ¿Puede mi persona, con sus prejuicios, con sus problemas humanos, sus reacciones, sus iras, sus rencores, sus ego-ismos, etc., pretender un diálogo directo con Ellos?
A veces uno puede "lanzarse" como si de un "juego" se tratara, como tratándoles de "tu a tu", como "amiguetes" de tertulia, cuando se les pide (a Ellos) una manifestación de luz... ¿Para qué?
¿Para acallar nuestras humanas dudas? ¿Para satisfacer "nuestro ego místico del orgullo" ante las personas? ¿O con la simple y original (que es la que verdaderamente "vale") inocencia espontánea de los niños?
¿Nos planteamos el respeto (que no el miedo) y la confianza precisa (que no es justamente pensar que están en nuestro "mismo nivel", sobretodo espiritual) y que su trato de Amor y Equilibrio es realmente el equivalente al que debe haber entre un padre y un hijo?
Nadie es perfecto (¡que gran verdad!) y todo el mundo puede dirigirse a Ellos, "Los Señores del Cielo" como mejor sienta o a los dictados de la propia Conciencia... Pero pienso que no está de más plantearse "¿a quienes nos estamos dirigiendo?", "¿con que motivo?", "¿es un sentimiento que fluye de dentro?", "¿es algo meramente superficial?", "¿a que poder nos estamos dirigiendo?", "¿se puede tomar como un juego o un pasatiempo?".
Consultar cada uno a la Conciencia personal sobre nuestras acciones o actos es un saludable ejercicio de "relajación-concentración-meditación", para "tomar el pulso de nuestra Vida". Que nadie dude que ahí están todas las respuestas (gusten o no) y, naturalmente, también las que plantea esta reflexión.
Nadie de nosotros puede "sorprenderlos" a Ellos, y Ellos nos están sorprendiendo a nosotros constantemente, cuando en ese marco especial y mágico de MONTSERRAT, aunque también en otras partes, cuando "RESPONDEN" a un pensamiento, a un anhelo del corazón, a una angustia que tal vez nos atenaza, o a una esperanza, y lo hacen a través de un fuerte trazo lumínico, fulminante, instantáneo, con una precisión única y desconocida...
O cuando nos permiten una fotografía, cuando nuestra retina no los capta físicamente, y luego, en mitad del paisaje, al revisar los reportages, aparece la "luz inequívoca", la "nave", el "OVNI", y quedamos sorprendidos por ser "aquello" un verdadero regalo de Ellos, aún cuando se lo hubiésemos pedido desde lo más profundo..
O cuando ese "contacto" -siempre propiciado por Ellos- tiene otras formas de manifestarse y "entrar" en las personas, como por ejemplo la intuición telepática, y comunican ideas o pensamientos que cristalizan en "mensajes", escritos diversos, etc.
Pero nunca hay que olvidar - lo se - que su "superioridad" siempre les permite conocer en el receptor o receptores el nivel de sinceridad con que se pretende el acercamiento a Ellos.
Y definitivamente, pienso que cuando uno se dispone "firmemente" a solicitar-les avistamientos o acercamientos, siempre tiene que tener muy claro como saludaría a un Superior Desconocido si se le presentara en aquél momento : con que sinceridad, con que pensamientos, con que palabras...

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