lunes, 25 de febrero de 2013

CONSCIENCIA DE LOS ÁRBOLES


Los árboles, quietos en la calma, movedizos y ruidosos con el viento que refriega sus copas,  son realmente una población viva y sábia que convive con los seres humanos. Sean los pinos, que son los que más abundan tocando al macizo sagrado de Montserrat, sean robles y encinas, pues también los hay, cipreses, olivos, almendros, higueras, cerezos, etc., todos ellos se agrupan en familias de Elementales maravillosos de la Naturaleza, que se situan en el hiperespacio o cuarta dimensión, en donde tienen una rica e intensa vida interior, también disponen de sus propios "campos energéticos", al igual que los seres humanos disponemos de los nuestros.  Estos "Elementales", verdaderas Almas de los árboles que llenan los paisages,  entran y salen a voluntad de sus  variados y arrugados troncos, sus cuerpos físicos, enrraizados profundamente a la tierra, estáticos y majestuosos.
Los árboles, por otro lado, se pueden relacionar con los seres humanos que conocen su realidad y sus virtudes.  Un árbol puede ser un muy buen amigo que "aconseja y ayuda".  Los árboles tienen su propia "aura" vital, como la tenemos también los humanos y también los animales, como los gatos y los perros, que conviven cerca de nosotros, y que siempre saben los "estados de ánimo", psicológicos de todas las personas, en especial las más cercanas.  Los árboles también saben con que intención álguien se  les acerca...


Los seres humanos nos podemos dirigir y acercar  a un árbol (preferentemente grande) en forma consciente, es decir, con respeto e incluso pidiéndole permiso para hacerlo, aun sabiendo que el árbol, "ya recibe" lo que emana del corazón de quién se acerca. Cuando el "aura" de la persona y la del árbol se conjuntan ya se establece una comunicación en este preciso instante que puede ser muy intensa, de mucha plenitud y felicidad, entonces uno puede saludarlo, abrazarlo, acariciarlo, e incluso pedir consejo y sanación.  Se puede entablar un diálogo de consciencia y una bella amistad cultivable  si uno persiste en un mismo árbol.
Los árboles,  disponen de una sabiduría ancestral, son generosos en su donación y entrega, frecuentemente sus cuerpos son cortados sin ningún miramiento para las conveniencias humanas, y es un gran tributo el suyo, al planeta y a la humanidad, junto con el de muchísimos animales sacrificados con extremo sufrimiento, para servicio del hombre.   A diferencia de los humanos ellos jamás guardan rencor: ni los animales, ni los árboles.  Es más, los árboles se llenan de alegría cuando álguien se les acerca con  respeto y amor, y se produce un bello intercambio energético.   


 Muchas veces pasa uno por un parque,  una avenida, una arboleda cercana, o incluso en un jardín, lleno de árboles antiguos e imponentes, y no son visualizados, pues uno los mira desde la ruidosa y problemática mente, como un paisaje cotidiano sin ninguna trascendencia, al igual que muchos otros aspectos de la rutina "que se miran sin ser vistos".  Sucede que "no hay" observación consciente" porqué no se vive el "ahora y aquí", en vez de ello, se vive "lo que haré después o dentro de un momento",  pero mientras la vida presente "se escapa terriblemente, vuelve "maquinales" a los que van y vienen per temor a "hacer tarde" o "por lo que haré después". 
¿Quién piensa que un árbol que uno ha estado viendo durante años, cada día, pasando por su lado, "tiene consciencia, percibe todas las energías "buenas y malas" de todo el mundo, quién piensa que lo "puede abrazar"(sin que nadie lo trate de loco) y establecer una increíble relación consciente y energética con este Ser, sabio y generoso, que mira, aparentemente impávido el deambular de coches y personas"?   Obviamente, sólo quién "labora" para su propio auto despertar de Consciencia...

                                                                                        
La relación con la Naturaleza, en este caso con los árboles, desde la consciencia, elimina y transforma toda la visión común y vulgar, que de ellos se tiene, pues el árbol es visto, contemplado, observado, tratado y respetado, como el ser vivo completísimo que es, tanto en su aspecto físico, como en el anímico y el espiritual.  Es cuando se llega a poder descubrir su experimentada sabiduría y compartir la alegría de su amistad,  pues uno ya no se acerca con "egoismo" al árbol, sinó como a un ser de este planeta de quién hay mucho que aprender, con quién se pueden intercambiar energías y conocimientos e incluso colaborar en "trabajos energéticos" diversos referentes a las personas, a la tierra, al propio árbol, etc.  
No nos acercaremos al árbol "a palo seco" (como de costumbre), primeramente y desde una distancia prudencial  del arbol que hayamos escogido, practicaremos respiraciones profundas (varias: inhalar, retener y exhalar) o lo que es lo mismo, respiraciones conscientes, para calmar nuestro propio estado y podernos acercar al árbol con el amor y respeto que merece, y desde un vibrar lo más cercano posible al suyo.   A continuación  acercarse con mucha auto observación, las respectivas "auras" se fundirán como en un  abrazo.   Cada uno vivenciará a fondo lo que sienta y puede ser un gran conocimiento....   Meditar junto al árbol, como Siddharta Gautama, es también adecuado cuanta más energética amistad exista con el árbol...   

                                                                                      

                                                                                                                                                      

                                                                                                                                                                   

miércoles, 20 de febrero de 2013

"NO-HACER": UNA ACTITUD CONSCIENTE


El "no-hacer" en contraposición al "hacer" subjetivo y característico de siempre, es una "actitud consciente",  para ser vivida permanentemente en el "presente" y "fluyendo hacia el despertar consciencial": la recuperación integral del ser humano, del "trauma" que significó su propia venida
-desde otro espacio-tiempo-, al plano físico circunstancial y temporal.
Esta "actitud" del "no-hacer" y a la vez "dejar fluir", no es tan "sencilla" en un mundo, básicamente "no consciente" y en dónde prácticamente "nada" va direccionado a reconocer la propia consciencia humana, más allá del vehículo físico tangible y mortal.  Y dónde aún se desconocen, muy mucho, las características genéticas y energéticas, anímicas, mentales y espirituales de este inigualable "procesador biológico-energético" que es el cuerpo físico, preciso y necesario para esta dimensión física y para utilizarlo el "Ser Interno" de cada cual, para la "misión específica" comprometida en su tiempo y lugar.
                   Cuando se vivencia objetivamente el "no-hacer", "La Mente está en Silencio" y el conductor del vehículo físico es la Consciencia, el propio Ser InternoEs cuando todo fluye verdaderamente con sabiduría...
"Querer" vivenciar una "actitud de no-hacer" cuando la mente "no está en silencio": es como "dejar fluir" al "ego subjetivo" a su aire y persistir en una "consciencia nula" que, probablemente conduzca a mayor desequilibrio y auto engaño.  
Sé que, según se mire, reflexionar sobre esto, es realmente un terreno "resbaladizo" y uno se puede "dar de bruces", porqué es un proceso tan íntimo...   Pero ya que comencé seguiré un poquito más.
Cuando se dice "no-hacer" o "dejar fluir", a veces puede dar la falsa impresión de ser "algo muy simple y no muy serio", siendo que es muy importante. 

                                                                                    
Cuando se dice "no-hacer" estamos negando un "hacer". La pregunta o preguntas que uno puede hacerse, son: ¿Quién está "haciendo" siempre en mí?  ¿Cuando "yo quiero hacer una cosa", "quién es realmente el que la quiere hacer?  ¿Cuando "yo quiero saber cosas", "quién es realmente el que quiere saber en mi?, ¿Cuando "yo digo: yo quiero", ese "yo", quién es?, ¿el "ego" ruidoso y subjetivo o mi Ser Interior, mi Consciencia? ¿Quién ocupa o preside mi mente?  Esas son las preguntas u otras similares, que uno puede hacerse si siente algo de confusión.  Si estas preguntas uno se las hace, sinceramente, a su interior, aprovechando un momento de calma y relajación: llegarán las respuestas y la comprensión.
Lo "habitual" es que en los seres humanos quién actúe sea ese "ego metomentodo y plural", por lo tanto, "siempre es el que "está haciendo"(de las suyas).  Para saber más sobre el "ego plural", "agregados psíquicos" para los tibetanos, "pecados capitales" para los cristianos, etc., he hablado muchas veces sobre el "ego plural" (consultar entradas de este blog), y también existe mucha literatura formativa e interesante al respecto.

                                                           MANRESA-MONTSERRAT DESDE EL "PARC DE L'AGULLA" DE MANRESA        

Cuando se dice pues, "no-hacer" nos estamos refiriendo a nuestro "Ser Interno", nuestra "Consciencia" para, realmente "no-hacer" y fluir verdaderamente en su sabiduría.  Pues "quién hace" es el "ego" y es  su "hacer" lo que queda "obsoleto" con la magia y bendición del no-hacer...
Con el "no-hacer" retornamos a la verdadera Entidad del Ser que cada uno es,  al YO SOY original, a la CONSCIENCIA INFINITA que nos conecta...  Reposemos pues, en el "no-hacer"...

miércoles, 13 de febrero de 2013

LO QUE RESUENA EN LA CONSCIENCIA


No es la primera vez que destacamos este tema, el cual ahora mismo, sigue prestándose a más reflexión, pues los tiempos que vivimos, de lento y aparatoso "fin del viejo sistema", y paulatino y esperanzador emerger del "nuevo paradigma",  a través de la gran herramienta que es "Internet", sigue proporcionando tantísima "información", tan diversa y de todo tipo de calidad y de cualidad, que uno, si quiere hacerlo correctamente, tiene que laborar la forma, el cómo, el dónde, y sobre todo, la fiabilidad de aquello que se busca, que se encuentra o con lo que se tropieza en este inefable "ciberespacio" en dónde "casi" sin distinciones "todo tiene cabida", desde la más burda e intrusa publicidad, que por todos lados "se cuela", hasta todo lo que uno se pueda imaginar.
En esta ocasión la reflexión es sobre una "base" de la mayor importancia: "el resonar de la consciencia", ante los eventos, las informaciones o lo que se está buscando incluso sin demasiada definición.
Siempre en la "base" del hombre está la "Consciencia", actuando y manifestándose, otra cuestión es que el individuo "se de cuenta de ello".  Todo va a depender de la "quietud de su mente" para "darse cuenta".   Si es la mente con su jolgorio de deseos, envídias y distracciones varias: lo que busque y encuentre estará en consonancia con eso, por mera "ley de atracción".  Allí donde esté el nivel de vibración, estará todo lo que atraiga.  Es más, si el "estado vibratorio" es bajo, no va a anhelar cosas de tipo superior, van a ser todas de ese mismo calado vibratorio.  Y así sucesivamente...
 
  
Oir,  escuchar "lo que resuena en la consciencia" denota ya un progreso, un avance hacia ese "despertar consciencial", el cual para todo "buscador" de las ignotas profundidades del ser humano, que esté, por supuesto en ese "nivel de sensibilidad", será una verdadera brújula, un auténtico norte, para su crecimiento espiritual.    Y no me refiero exclusivamente a la susodicha y famosa "red" por la que todo el mundo "navega", que también, hasta cierto punto, sino a esos denominados "paquetes cuánticos",   de información, podemos decir "personal y global", y que son únicamente perceptibles desde "estados elevados de consciencia", alcanzados a través de "meditación profunda y consciencia cósmica".
El acopio de "información" de todo tipo, "no da crecimiento" en sí misma, aunque alguna que otra información "si resuena en la consciencia",   si puede orientar, ejemplarizar el camino.  Pero lo que genera crecimiento real y objetivo, es la experiencia vivencial propia y su desarrollo práctico, traducido en el consabido "vivir el Aquí y Ahora" el único lugar dónde efectivamente se puede vivir "siendo observador y observado", controlando la própia conducta y actitud, distinguiendo psicológicamente cuando se "entromete" el ego plural en el "camino de la consciencia", reviviendo  
                          
                              
                              
 
al final de cada día, todas las circunstancias, actos y acciones, para "auto juzgar" en uno mismo lo realmente vivido, junto con los "aciertos y errores": donde "he consentido", donde "he rechazado", donde "he aceptado", donde "me he dado cuenta", donde "me he pasado", donde "he faltado a...", y un íntimo y sincero etcétera, que cada uno "debe" aplicarse a su própio "despertar consciencial", enmendando lo enmendable, minimizando las acciones del "ego plural" para que la "consciencia lleve el timón de nuestro vehículo físico, psíquico y mental.
Para que "aprendamos" de una vez por todas, a no confundir más al "vehículo con su conductor", al cuerpo o "vehículo físico" con el "ser conductor del mismo"...  Ese "Ser" que eres tú y que soy yo cuando realmente nos volvemos conscientes.
En estas condiciones "todo resuena en la consciencia" y la posibilidad de error es nula, pues existe una "conexión permanente" con los mundos superiores de existencia, con la Consciencia Cósmica, con LA FUENTE...* 

                                                                                                                                                                                                                                       

martes, 5 de febrero de 2013

HACIA EL SILENCIO DE LA MENTE


Con frecuencia el ser humano "reacciona" ante las circunstancias de la vida, de una manera "automática", como "programada", tipo "software", y por tanto no reflexionada, y que muchas veces, por no decir "siempre", ya implica un "juicio", una "evaluación", de los cuales se ignora el alcance y hasta el "peligro" de caer en trampas bien premeditadas, bien orquestadas, de las que se espera una "reacción social determinada con unos propósitos bien calculados".  Y es algo que se repite mucho, que observando alrededor se puede encontrar de manera cotidiana, muy reiteradamente en campos como la "mediática" publicidad televisiva, séries de tv de estas que "enganchan tanto", también en la política, los temas económicos y bancarios, etc.,  y las "reacciones esperadas" se producen a pie de calle, entre vecinos y amigos, tiendas y supermercados, en las diversas "salas de espera", etc., pero también a un nivel más particular, en el día a día personal de muchos seres humanos.  Realmente se llega a crear un "lenguaje", un pequeño pero incisivo universo de palabras, frases hechas vacías y con una validez muy relativa, pero que un gran número de personas adopta en forma automática, "hace suyas" incorporándolas a este lenguaje llano, que todo el mundo o casi, en un momento u otro del día, "repetirán como loros", sin tener, en realidad una "consciencia firme" de lo que están repitiendo y de cual pueda ser su alcance real.  Algunas de estas palabras y frases, entre las muchas, llevan implícito un "conformismo" ante la realidad que se vive, como el célebre "és lo que hay...", aunque también las hay humorísticas, críticas, todas ellas como "software automàtico a punto de reacción"...

  
Esta "reacción casi programada" se produce con tanta facilidad en las personas, porque prácticamente  "siempre" la mente humana está "ocupada" por el "ego personal o subjetivo" y por ello, todas las circunstancias de la vida o casi, son enfocadas desde la perspectiva de este "ego personal", que para describirlo de forma sencilla és quién "guarda" todas las "envidias", los "orgullos", las "soberbias", las "mentiras", las "lujúrias", etc., en definitiva, todo aquello por lo que se "complica" la vida humana y social, a pesar de que de todos estos aspectos de tipo psicológico, "mucho enseñan" en el aprendizaje de la vida en este plano, claro está, si uno activa la "antena" de la propia Consciencia.  
Este "ego personal" es quién propicia la "reacción" de las personas de forma automática y sin reflexión o pensamiento consciente. Es también quién hace que todo sea mirado "con" división, con juicio y/o evaluación ligera o fácil...  
Para "salir" de esta dinámica hay que buscar en uno mismo "el silencio de la mente"  (no se da "hecho" pero tampoco es "imposible" llegar a él);  que la mente esté en completo silencio quiere decir   que se han "calmado todo el griterío y jolgorio" del "ego personal" y que, de una manera fluida quién discurre por ella es el Ser Interno -lo que realmente es y somos-,  quién hace al hombre "consciente", capaz de discernir, de recibir nítida información de los "niveles superiores", del Cosmos, de la FUENTE, lo que verdaderamente interconecta a todos los seres humanos y del Multiverso. 

  
Desde el "silencio de la mente" ya no se "mira" nada, sino que se observa sin división, sin juicios ni evaluaciones.
Como dice  Jiddu Krishnamurti, "OBSERVAR SIN DIVISIÓN ES MEDITAR".  Y sólo hay "MEDITACIÓN" desde el "silencio de la mente", en ausencia plena del "ego personal o subjetivo".
Y eso nos conduce directamente a vivir el "Ahora y Aquí" en todo momento, a convertirnos en "Observador y Observado", a activar la propia atención, como si dijésemos, a abrir las antenas y dejar fluir la propia mente, aquietarla todo lo posible, para que el Ser Interno "lo que soy yo y lo que eres tú",  cuando eres todo Consciencia, conduzca permanentemente "el timón y el rumbo de esta existencia".
La Energía Cósmica que está llegando en estos días, -no nos realiza el trabajo (no tiene que hacerlo)-, pero ayuda, lo facilita contribuyendo a la aumentada sensibilidad de muchas personas que están en el camino del Despertar de la Consciencia, fluyendo hacia el Amor Consciente, siendo en si mismos "individuos" para la nueva "humanidad consciente" cuyos aportes integros son la base para el "nuevo Paradigma" que el planeta Tierra, con su "ascendida Consciencia" està comenzando a recibir como madre amorosa que es...