jueves, 29 de agosto de 2013

INSTANTE PRESENTE: SORPRENDENTE, MÁGICO, PERFECTO...



El instante presente es tan sorprendente, tan mágico y perfecto, que se vive poco en su total integridad, y cuando se consigue vivir, tan solo una "chispa" superficial de este, se tiene la sensación que se escurre rápidamente como agua en  desagüe; y es que literalmente no se puede "coger", y si "lo piensas", lo mandas al pasado, perdiéndolo, porque "solo quiere" ser vivido con fluidez, sin cuestionamientos, con plena aceptación, con serenidad y sin intromisiones de una mente dirigida por el ego...  Si se "complica" es porqué los "apegos" tienen aun suficiente peso para retenernos en sus trampas, y seguir secuestrando la libertad natural y original de las "Almas" que somos. 
El "Instante Presente" se encuentra en la línea del tiempo consciente, y jamás se puede encontrar en el "pasado", ni en los "apegos" que son ataduras con las que, con frecuencia uno se identifica, y que impiden avanzar en el proceso del auto "despertar".
Todo fluye y está en su momento preciso y "es imprescindible llegar a aceptarlo".  Todo se encuentra en la situación que le "corresponde", ni mejor, ni peor, sino la que resulta de las diversas circunstancias anteriores.  Y todo el mundo es libre de dirigir y encaminar su propia vida, desde el momento en que es "consciente" para hacerlo.

                                                                             


El instante presente es de una plenitud total que contrasta drásticamente con la mecanicidad, el estrés, las prisas, el desequilibrio trepidante de la sociedad de los "on line", la rapìdez, la inmediatez, la ansiedad, la insaciedad y la inconsciencia desequilibrada y secular del ego, ignorante severo "que lo quiere saber todo" a diferencia del Ser o Alma Inmortal que objetivamente somos y que dispone de una sabiduría cósmica conectada con la Fuente Suprema.  La plenitud del Instante Presente sitúa a cada ser humano en la conexión con el "Todo o Fuente" y, por tanto, en la recuperación de la memoria cósmica, que la experiencia humana en "3D" enturbió o borró momentáneamente, dando lugar al ego, que siempre intenta "suplir inútilmente" al Alma que verdaderamente anima a cada cuerpo físico.  De aquí la importancia de "vivir el instante" para retornar al ser humano a su coordenada original.  Pero eso requiere un esfuerzo:no es algo que se haga solo: debe existir el anhelo, el sentimiento, la emoción y la firme decisión para realizar este trabajo consciente,

                                                                                     

La personalidad humana esta imbuida de "ego" debido a las culturas y tradiciones, a los sistemas de creencias religiosos, sociales y políticos, que en su mayor parte, no han contribuido al estímulo individual ni colectivo conducente a una regeneración integral humana, todo lo contrario, se ha fomentado el fortalecimiento del ego en detrimento de la consciencia, del Alma Inmortal, que se ha mantenido en un estado de aletargamiento, de modorra.  Aun así, eso, no justifica ni exime al hombre de su libre albedrío, ni de utilizar este responsablemente: absolutamente todos estamos interconectados, en nosotros y con la Gran Fuente, y podemos tomar decisiones individuales en todo momento: sobre nuestra vida, sobre nuestra actitud, sobre la consecución de nuestros anhelos, sobre nuestro destino, sobre nuestra manera de pensar, actuar y relacionarnos con los demás, etc., por adversas que sean las circunstancias que nos envuelven: lo cual nos hace directamentte corresponsables de todas las situaciones que han configurado y configuran la propia vida.  Por eso, antes de buscar "culpables externos" a todos los problemas y desequilibrios (personales y colectivos) de todo tipo, que nos envuelven (y que es lo más corriente), conviene mirar a nuestro propio interior y hacernos conscientes de esa "corresponsabilidad" que todos y cada uno tenemos.
El actual colectivo humano ha venido infinidad de veces a este mundo tridimensional en distintas etapas, a cubrir experiencias, situaciones, dramas y alegrías de todo tipo y participando desde todos los roles imaginables, por lo tanto: "quién esté libre de culpa, que lance la primera piedra...  
Más en contrapartida, si hay algo nuevo bajo el SOL: el momento que está viviendo la "nueva humanidad" (de lo cual los principales medios mundiales no hablan) la transformación que se está gestando en todo el planeta Tierra, que hace "poco ruido", poniendo nuevas bases, los valores del Alma y del Espíritu, revitalizando la conexión y avivando la lucidez de la Consciencia, desde el Ahora, desde el Instante Presente: Sorprendente, Mágico, Perfecto...*

                                                                              

                                                                                 
                                                                           

                                                                                   

                                                                             

martes, 20 de agosto de 2013

EL RETO DE RECORDAR...


En realidad al ser humano no le hace falta "aprender lo más profundo" por una razón muy sencilla: "ya lo sabe".  Y lo sabe en lo más profundo.  No recordar-lo es la disyuntiva a la que se enfrenta junto con el reto de venir a experimentar en la materia más densa, comandando un cuerpo físico hecho a medida para el caso. Y recordar (cuestión de memoria) se hace "difícil" por la vida desbordante, frenética y estresante que en general se vive hoy en día. Y "puestos a olvidar" se puede decir que hemos olvidado "todo" o casi: ¿De donde venimos? Nuestro hogar de origen en el Universo Multidimensional.  ¿Hacia donde vamos?  (¿Porqué hemos venido aquí?), o dicho de otra manera, "¿cual es el reto verdadero, el objetivo de esta toma de decisión"? ¿Es el propio crecimiento espiritual de cada uno y la expansión de la Vida, también en las dimensiones más densas, donde la materia toma la máxima preponderancia?  Siento que así es, pero que además, "todo esto" forma parte de un "Grande e Inabarcable plan", tejido en los telares cósmicos de la Gran Fuente, y por tejedores de alto nivel y muy divina ética. 
Todo es Vida, Amor y Libertad en el Universo.  También nosotros los humanos, hemos "decidido ser y estar aquí", por etapas de miles y miles de años, dentro de este tiempo ilusorio, que nos ha traído tanta "confusión", apartados del "no-tiempo" o del "presente continuo", que jamás desgasta las sublimes energías de tantos y tantos seres como pueblan el espacio infinito, en expansión constante y permanente, con medidas que también "hemos olvidado".

                                                                                                       

                                               
¿Por qué el reto de recordar?  Pues porqué este anhelo lo llevamos dentro todos los humanos sin distinción, a pesar de que se le dan diferentes interpretaciones.  Con frecuencia el substrato de los más profundos anhelos espirituales se sustenta (sin saber-se muchas veces) en este "reto", que anida en lo más profundo del corazón y va tomando consistencia a medida que el hombre toma consciencia de su propia trascendencia y se hace las preguntas capitales de la filosofía:  "¿quién soy?, ¿de donde vengo?, ¿a donde voy?".  Preguntas que el hombre se hace desde las limitaciones del "ego" en el mundo físico, aunque sintiendo, a pesar de todo, la gran "potencia" olvidada de su fuerza interior, que "le parece que desconoce" y que no puede obviar, porque tiene un peso intrínseco que es el AMOR, la fuerza invisible-universal que a todos une, que es de un rango superior y es la base vital de las almas luminosas que realmente somos, "enfundados" en nuestros cuerpos físicos perecederos y con caducidad.  Y es por este AMOR expandido por todo el Universo que somos y estamos aquí para aprender y crecer, amando a todos y a todo: en realidad no estamos aquí por ningún otro interés consciente y objetivo que no sea el AMOR INFINITO E INCONDICIONAL. 
El "reto de recordar", es pues un impulso de cada Alma Inmortal, pues el ingreso y la vida en la materia densa tridimensional (este mundo físico) casi siempre es traumático para las almas y seres espirituales, de vibración mucho más sutil, y también de frecuencia más elevada, que esta densidad dimensional vuelve lenta y condicionada, hasta el extremo de "hacernos olvidar" (salvo raras y maravillosas excepciones) nuestra identidad original y de generar este "famoso ego" entrometido, que "todo lo quiere saber desde la ignorancia más absoluta" y "creación mental al margen del alma aturdida que somos) y basado en el miedo, el odio, el orgullo, la soberbia y muchas más derivaciones generadoras de los errores y la confusión en el mundo.  
El "ego" crea en el hombre físico la ilusoria "falsa personalidad" -que sin un trabajo interno que la "frene-, se va formando a lo largo de cada etapa existencial, y al final de cada etapa "desaparece" cuando muere el cuerpo físico, porque realmente no forma parte del legado real y objetivo del Alma.    

                                                                               
                                                               
Por otro lado, todos podemos ver cual es el resultado práctico de un mundo que no parte de la "consciencia del alma" y basado en los errores y confusiones del "ego": es el mundo que tenemos ahora y aquí, miremos por todos lados lo que encontramos... Y eso también es el "espejo" de lo que una parte importante de la humanidad lleva dentro de si,  aun con la extraordinaria transformación consciencial generada a partir del año 2012, que es real y va progresando.
La MEDITACIÓN es una de las herramientas, sino la mejor, para recuperar esa memoria cósmica "olvidada temporalmente" ahora y aquí. Es la forma de entrar en conexión con "lo que verdaderamente somos".  El SILENCIO permite, una vez que el cuerpo físico está bien relajado y aquietada la mente, entrar en este espacio interior, donde nos podemos reconocer como las "entidades espirituales que somos", es aquí, con mucha práctica, que podemos llegar a "reencontrar" esta memoria vital llena del conocimiento de todo lo que somos, y abrir vías de conexión con la "intervenida" memoria física cotidiana y ahuyentar al "ego", con lo cual "desaparece" una de las peores y más pesadas sombras de la humanidad:: el miedo, que en el fondo no es más que ignorancia. 
Cada uno puede encontrar la forma de MEDITACIÓN más idónea y con la que mejor se encuentre.  Si nunca hemos meditado, recomendaría el Raja Yoga porqué es el sistema menos "exigente" en cuanto a la postura del meditador: solo hay que poner la espalda derecha o recta, y uno puede practicar directamente sentado en una silla, si se prefieren otras posturas o "asanas" es voluntario, pero la espalda derecha es algo primordial.  Uno puede empezar con pequeñas "meditaciones guiadas" que ayudan a dar los primeros pasos.  Al principio 15 o 20 minutos de duración e ir sumando tiempo según se practique. 
Es interesante comenzar el día con una meditación y terminarlo con otra antes de dormir. Eso llena de equilibrio, de paz y de consciencia todo lo que hacemos durante el día y nos prepara para el descanso; nuestra relación con los demás se torna respetuosa y tolerante, y se va tomando consciencia de que somos luminosas almas inmortales reunidas circunstancial y amorosamente en este mundo*
                                                                                      

sábado, 3 de agosto de 2013

LA ACEPTACIÓN


La manera receptiva de estar en el presente, viviéndolo a fondo, de manera consciente, pasa por la "aceptación", que es la actitud objetiva de "aceptar" todo lo que nos trae la realidad, en forma de circunstancias diversas (muchas de ellas generadas por nosotros mismos), situaciones o eventualidades que, una vez que las tenemos delante, hay que resolver de una manera u otra.
El hecho de "aceptar" la realidad que nos viene, en vez de ofrecer resistencia o rechazo, coloca a la persona en el camino de dar las más correctas soluciones al dilema que se trate. "Aceptar" no quiere decir, de ningún modo, "estar de acuerdo", simplemente es una aceptación natural del presente, del aquí y ahora, tal y como llega a nosotros, sin juicios ni etiquetas.
"Aceptar", comenzando por la actitud, es "afrontar" de una manera lúcida y consciente cualquiera de las situaciones que nos puede deparar la vida; hacerlo así, aporta al instante presente grandes dosis de serenidad y estabilidad. Raramente desde el ejercicio consciente de la "aceptación" recorrerá uno a actitudes de violencia o de huida de la realidad.
El "poder de afrontar" es significativo cuando aceptamos todo lo que nos trae la realidad, sea del signo que sea, y eso nos capacita para encarar la peor de las situaciones de la mejor manera posible.
                                                                                   


La "aceptación" nos hace también responsables frente a cualquier circunstancia, y esta es una, sino la principal, virtud del ser humano intrínsecamente libre y laboriosamente consciente.  Porque la "consciencia" si bien todos la tenemos, con frecuencia se requiere de una disciplina mental y psicológica, capaz de restituir las cualidades y poderes del Alma original que somos, la verdadera entidad espiritual, que se sirve admirablemente de un maravilloso cuerpo físico, mientras duran las etapas terrestres.  Así el hombre recupera los parámetros de su libertad original "perdida", va emprendiendo el camino consciente, objetivo y responsable, que le irá reponiendo a la vez, todas las cualidades y poderes originales "olvidados" en el tránsito tridimensional. 
La "aceptación" pues, sin juicios previos,  ni etiquetas, es siempre de una importancia capital, es un factor de equilibrio imprescindible en la práctica del ahora consciente, puesto que nos hace humildes, reflexivos, equilibrados, serenos, estables, con dominio pleno para afrontar las más complicadas situaciones.  La "aceptación" siempre es la antítesis de la "reacción"(fácilmente precipitada, inconsciente y garantía de "fracaso"), del "rechazo"(que indica la no voluntad para afrontar), o de la "huida"(que básicamente indica miedo).

                                                                                    


No digo "fácil", ni "difícil": pero si que este cambio hacia la "consciencia" no se hace de un día para otro.  Se requiere paciencia hacia si mismo, y más cuando se está acostumbrado a "reaccionar" ante las situaciones, en vez de "activar la aceptación" que poco a poco (si se practica) va desplegando otras cualidades complementarias básicas y vitales, como la "paciencia" misma y el "auto respeto"  Primero hay que entender lo que aquí se plantea, llevarlo a la "comprensión de fondo", y si uno ya toma la "decisión": comenzar a practicar.  Se podrá comprender entonces "lo arraigado" de algunas costumbres "erróneas", a nivel de nuestra psique, cuando después de mucho tiempo de practicar, se presenta una situación inesperada, y salta "automáticamente" aquella "reacción" que ya casi dábamos por erradicada.  Eso solo indica que, como en todo, no hay que desfallecer jamás, incluso cuando todo "parece" que va al revés, hay que seguir trabajando, siempre desde el instante presente, con paciencia, persistencia y una firme decisión. 
La "aceptación" allana, acerca y facilita mucho, el trato y la relación con las personas de nuestro entorno. Partiendo de la base de la aceptación de uno mismo y de todos los demás tal como son, sin juicios ni etiquetas (aquello de: "me gusta", "no me gusta", "no lo puedo ni ver...", "me da rabia", "¿qué se habrá creído?", etcétera, etcétera).  Aceptar al otro tal como es sin juzgarlo, sin etiquetarlo.  Con frecuencia aquello que "no nos gusta" de los demás, no es sino una "proyección" de nuestros propios defectos "reflejados en ellos". Y eso no resulta nada agradable.  Hay que trabajar también desde esa perspectiva: la "aceptación" por delante de todo, puesto que nos da serenidad, nos estabiliza, nos hace reflexionar, intuir e incluso discernir, porqué esta acción se hace "desde la "Consciencia del Alma", es decir, en "intima recordación del Ser", nuestra íntima, sola y única "identidad luminosa": como siempre debemos "mirar, ver y tratar" a todos nuestros semejantes...*