¡SOMOS UNO: DEMONOS CUENTA YA!

Si no estuviesemos tan "atados" a la mente y a todos sus mecanismos, podriamos percibir lo más profundo de nosotros mismos, nuestra autentica individualidad, el indivisible Ser que nos conduce, nos sentiriamos en nuestra más genuina manera de ser: Sentir-nos ser nuestro Ser mismo.

Es justamente la mente la que nos fragmenta, la que nos divide, la que nos engaña, la que nos hace tragar ilusiones tan enormes, como lo es este mundo tridimensional que tanto nos "engancha": una completa ilusión que llega a través de nuestra mente.    Cuestión esa que ya está siendo corroborada por la "Física Cuántica, en la idea precisa del "Multiverso Holográfico, el mundo y el propio ser humano".

¿Què es sino lo que explica que tengamos que poner la mente en silencio, en suspensión, para poder vivenciar las experiencias con nuestro particular Ser Interno?  Las Grandes experiencias extra corpóreas, los desdoblamientos astrales o incluso los "viajes" astrales, la Meditación, con la mente ruidosa, habladora y pensante de por medio, no seria posible llevar a cabo nada de esto.

Y "calmando la mente", abrimos todos los pasadizos para poder llegar a nuestro Ser Interno, y también así, nos enfocamos para llevar a cabo el contacto consciente con los Superiores de Luz, pues Ellos se desenvuelven en unas coordenadas muchísimo más próximas al Ser Interno, con el cual casi vibran al unísono, que no a nuestro mundo de pensamientos y creencias, que tamiza nuestra engañosa mente y mediante la cual se expresa el "ego subjetivo".

    El OVNI del 24 de Septiembre (Foto IOM)-  (verla mejor en ampliación "clicando")

 Todos estamos UNIDOS y SOMOS UNO con la mismísima  CONSCIENCIA CÓSMICA, con el UNIVERSO que es MULTIVERSO por la multidimensionalidad existente y pletórica de VIDA.  Y ese es el CONOCIMIENTO que se va recuperando ya hoy en día, a pesar de que a través de la mente, hay quien todavía quiere seguir fragmentando al ser humano terrestre, para que no descubra jamás, que él mismo es DIOS en esencia.

Nuestra mente está "manipulada" pero también se la puede "dominar" para ponerla a nuestro servicio, en vez de nosotros estar al de ella, o mejor dijésemos, en vez de nosotros ser "esclavos" de ella.  La mente puede y debe ser, en todo caso, un instrumento al servicio del hombre, no un medio para destruirle, como se ha pretendido con miedos, engaños y todo tipo de atropellos a lo largo de miles de años.

Hay que silenciar la mente, pues no nos deja escuchar, ni oir, el "ruido" impresionante y maravilloso de nuestro propio cuerpo físico en pleno funcionamiento.  Nuestra propia respiración, los latidos del Corazón en distintas partes del cuerpo, para hacernos conscientes de todos nuestros órganos, de la sangre precipitándose y circulando por sus vías...     Si la mente calla porqué se lo ordenamos con enérgica y pacífica orden,  se abren las puertas de nuestro interior y empezamos a recorrer otra senda menos hollada: la del verdadero retorno, la de la unificación con nuestro Ser Interno que, dicho sea a la vez, es nuestra mejor y más elevada parte.    Este es el camino en el que uno descubre, de una vez por todas, QUE LA VERDAD, JAMÁS HA ESTADO AHÍ A FUERA,  SINO QUE POR EL CONTRARIO, SIEMPRE HA ESTADO AHÍ A DENTRO.

                                              

                                                     MONTSERRAT (detalle)

El progreso de nuestra Humanidad no puede avanzar sino va parejo al "progreso espiritual", y como siempre, aclaro: "cuando digo espiritual no me refiero a religión alguna", sinó a esa espiritualidad libre de doctrinas y acartonamientos, esa espiritualidad intrínseca que todo ser humano, sin excepción, alberga en su interior, a veces sin saberlo, y que puede desarrollar libremente, sin miedos ni presiones de ningún tipo. 

ELLOS, los Superiores de Luz, benevolentes y sabios, no tienen creencias ni dogmas, por una muy sencilla razón:  son Seres de Consciencia Despierta, están fusionados con su Ser Interno, su Andrógino Divino particular, Ellos pues, son su Ser mismo, y por ello "saben" y "son".    Saber no es "creer", es tener "certeza" de los hechos y de las cosas,  "creer" és del "ego", és el dogma, es esa clase de "fe".