Cuando dejo de criticar a mis semejantes y los edifico en sus virtudes positivas, estimulo su crecimiento y refuerzo el mio, se que he activado la mente serena y en calma, la consciencia, en vez de la mente ruidosa que provoca el ego subjetivo, señor de las iras, los miedos, los orgullos, las envidias, las codicias, las mentiras, los odios y las más bajas pasiones...
Cuando yo me reconozco un ser luminoso, porque comprendo que realmente lo soy en verdad, miro a todos mis semejantes y los puedo ver de esa misma manera, cuando yo se reconocer que no soy mi cuerpo físico, sino quién lo pilota: veo a todos mis semejantes desde ese mismo reconocimiento. Y si miro a todo el mundo desde esa perspectiva objetiva y consciente, todo cambia, pues mi actitud es otra muy distinta y ya no se crece el ego, ni a costa mía, ni de los demás: se que no he de juzgar a los demás y si, respetar y apreciar sus virtudes.
Toda persona criticada tiene alguna virtud, en la que uno se puede reflejar: eso es lo que hay que activar, en presente constante, antes de caer en la crítica. Porcentajes muy elevados de lo que se critica de los demás no son más que los propios y personales problemas que uno arrastra por la vida (a veces a ciegas) reflejados en los demás, y no gusta tampoco, reconocerlos en los demás como propios; entonces nace el juicio y la critica. Todo ser humano está haciendo su propio camino: yo hago el mio como tu haces el tuyo, y somos dueños y responsables de nuestras particulares decisiones. También de realizar nuestro trabajo interno y externo: que nadie hará, ni puede hacer por nosotros. Así que, mejor ser conscientes de ello por la cuenta que nos tiene.
Pero en conjunto y con frecuencia todo es mucho más sencillo de lo que cada cual "lo complica", es posible que un "profundo cambio de actitud" auto transforme un caos personal determinado en una equilibrada forma de ser, actuar, enfocar, de relacionarse con los demás.
Personalmente he llegado a la conclusión de que este es un camino de transformación espiritual, integral, increíblemente potente y que, al desarrollarse, cambias tú, y a la vez tu entorno inmediato, pues es como regar un jardín en primavera, en donde todos los vegetales se sienten crecer estimulados por la flores más radiantes en un milagro de tierra, agua y sol... Es solo un símil que quiere ser "poético", pues es este el sentimiento y la emoción de vivir el presente, de comprender la realidad ilusoria de este mundo tridimensional, e ir más allá, hacia la esencia de lo que verdaderamente somos, para recordar de nuevo "quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos", y re-descubrirnos limpiamente y de una vez por todas: realmente seres de luz, consciencias en crecimiento, almas inmortales situadas en una densa dimensión del Universo y pilotando unos maravillosos cuerpos físicos, para experimentar y seguir creciendo a la vez que vamos retornando al hogar cósmico de origen.
Cuando yo me reconozco un "ser de luz", alma proveniente de la multidimensionalidad (a la que un día retornaré), comienzo a mirar mi cuerpo físico desde una nueva perspectiva: el amor y el respeto. ¿Porqué? Porqué si no tengo ni soy, amor y respeto, para mi soporte, para mi cuerpo, que tanto me sirve en la presente existencia, tampoco lo tendré para los demás, ¿será que no los veré conscientemente como almas..? En un acto de profunda reciprocidad, si no soy sensible hacia lo que yo soy: ¿como podré reconocer a los demás, al resto de almas que se encuentran también en análoga situación a la mía, siendo hermanos y compañeros de camino, experimentando sus respectivas etapas y circunstancias ?
Por ahí va el camino del "nuevo paradigma": que salte esta venda de los ojos y de la mente en cada ser humano, para reconocer nuevamente todo lo que nos rodea. Re-descubrir quién realmente somos cada uno, para reconocer qué y quién es la humanidad.
Una vez que el hombre comienza a ser consciente, recupera sus valores originales y se reviste de una ética cósmica y universal, que contiene en su misma esencia, todo lo que nuestro mundo necesita y de lo que más carece: Amor, Paz, Equilibrio, para avanzar en esa nueva "edad de oro" que ahora todavía confluye en medio de grandes confusiones (el antiguo sistema) y profundo sentido de espiritualidad (la humanidad consciente). Esta es la que trabaja ya en silencio, para las nuevas coordenadas que configuraran a la nueva humanidad consciente, miríadas de almas luminosas que se van sumando constantemente a la ingente tarea. Con la inestimable colaboración de algunas civilizaciones éticas y conscientes del multiverso, que se mueven denodadamente preparando todo... Mirémonos todos como almas que somos y encaucemos esta nueva ética de equilibrio, amor y luz.
Pero en conjunto y con frecuencia todo es mucho más sencillo de lo que cada cual "lo complica", es posible que un "profundo cambio de actitud" auto transforme un caos personal determinado en una equilibrada forma de ser, actuar, enfocar, de relacionarse con los demás.
Personalmente he llegado a la conclusión de que este es un camino de transformación espiritual, integral, increíblemente potente y que, al desarrollarse, cambias tú, y a la vez tu entorno inmediato, pues es como regar un jardín en primavera, en donde todos los vegetales se sienten crecer estimulados por la flores más radiantes en un milagro de tierra, agua y sol... Es solo un símil que quiere ser "poético", pues es este el sentimiento y la emoción de vivir el presente, de comprender la realidad ilusoria de este mundo tridimensional, e ir más allá, hacia la esencia de lo que verdaderamente somos, para recordar de nuevo "quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos", y re-descubrirnos limpiamente y de una vez por todas: realmente seres de luz, consciencias en crecimiento, almas inmortales situadas en una densa dimensión del Universo y pilotando unos maravillosos cuerpos físicos, para experimentar y seguir creciendo a la vez que vamos retornando al hogar cósmico de origen.
Cuando yo me reconozco un "ser de luz", alma proveniente de la multidimensionalidad (a la que un día retornaré), comienzo a mirar mi cuerpo físico desde una nueva perspectiva: el amor y el respeto. ¿Porqué? Porqué si no tengo ni soy, amor y respeto, para mi soporte, para mi cuerpo, que tanto me sirve en la presente existencia, tampoco lo tendré para los demás, ¿será que no los veré conscientemente como almas..? En un acto de profunda reciprocidad, si no soy sensible hacia lo que yo soy: ¿como podré reconocer a los demás, al resto de almas que se encuentran también en análoga situación a la mía, siendo hermanos y compañeros de camino, experimentando sus respectivas etapas y circunstancias ?
Por ahí va el camino del "nuevo paradigma": que salte esta venda de los ojos y de la mente en cada ser humano, para reconocer nuevamente todo lo que nos rodea. Re-descubrir quién realmente somos cada uno, para reconocer qué y quién es la humanidad.
Una vez que el hombre comienza a ser consciente, recupera sus valores originales y se reviste de una ética cósmica y universal, que contiene en su misma esencia, todo lo que nuestro mundo necesita y de lo que más carece: Amor, Paz, Equilibrio, para avanzar en esa nueva "edad de oro" que ahora todavía confluye en medio de grandes confusiones (el antiguo sistema) y profundo sentido de espiritualidad (la humanidad consciente). Esta es la que trabaja ya en silencio, para las nuevas coordenadas que configuraran a la nueva humanidad consciente, miríadas de almas luminosas que se van sumando constantemente a la ingente tarea. Con la inestimable colaboración de algunas civilizaciones éticas y conscientes del multiverso, que se mueven denodadamente preparando todo... Mirémonos todos como almas que somos y encaucemos esta nueva ética de equilibrio, amor y luz.
¡Hola! ¡Gracias por el mensaje!
ResponderEliminarTe dejo un link de un libro que corre por la red. Es de libre descarga y quizá te pueda interesar. Está aquí: http://supervivientediario.blogspot.com
Te mando un abrazo sincero desde el Corazón!