lunes, 27 de mayo de 2013

DEL PROPOSITO Y LA INTENCION


El "propósito" es la llave que da poder a la "intención", cuando se genera un pensamiento, cuando se abre la boca para hablar, cuando uno se involucra en acciones determinadas, conscientes, también cuando uno "reacciona automáticamente" ante cualquier circunstancia, de la índole que sea, de las muchas que se generan en cualquier àmbito: colectivo, social, individual, etc.    Por eso es tan "importante", el "propósito", que todo mueve, guia, condiciona, y que indefectiblemente origina la "intención".   El sentido de "responsabilidad" hacia uno mismo y hacia los demás -si existe conscientemente en una persona-, origina "reflexión serena, meditación calmada y quieta, o vívida y activa" ante una situación o circunstancia.   En caso de no existir conscientemente una "responsabilidad" asumida y madura hacia si mismo y hacia los  demás, la respuesta será "reactiva" y por tanto, "no reflexionda, ni meditada".  Y eso puede ser "decisivo" para dar una  respuesta "correcta y resolutoria" a la situación o circunstancia pues, el "propósito" y la "intención" en uno u otro caso, no serán los mismos...
 
                                                                                     


 
 
Pero todo esto carece de sentido si uno "no se da cuenta" de los "verdaderos resortes" que mueven internamente al hombre,  si uno "desconoce" que dispone de una consciencia sabia, que es realmente su alma inmortal, su propia identidad, más allá del "cuerpo físico perecedero" y de la mente vulnerable (si no se la entrena adecuadamente).  Repetiremos una vez más de una manera "elemental" que el cuerpo físico solo, no es el hombre, como un automóvil "no es" quien lo conduce.  Pues el Ser verdadero siempre está "dentro" del vehículo, óbviamente, para conducirlo. Jamás el "vehículo" debe dominar al "conductor" (como tanto sucede a través del ego), aunque si debe este  cuidarlo y protegerlo, pues está a cargo del hombre para permitirle sus estancias en la Tierra.
Cuando uno tiene en cuenta este aspecto fundamental, reflexiona, medita y plenamente consciente, genera su "propósito"  y la   "intención" con que lo lleva a término, fluye poderosamente.
 
                                                                                      

 
Cuando uno "descubre" el propio mundo interior o espiritual, comienza a experimentar con el Alma maravillosa que realmente es, todo cambia de perspectiva, y en el silencio de la meditación, soltando, dejando el cuerpo físico en perfecta relajación, da comienzo un nuevo diálogo de auto acercamiento, profundizando con el Ser que "yo soy tal como tú lo eres y todos lo somos" en infinita interconexión con la Máxima FUENTE.
El "propósito" como se ha dicho, determina la "intención" y si uno acciona, interactúa y fluye "despierto de consciencia" no puede errar ni en lo uno, ni en lo otro, es más, se genera un "punto de luz" que iluminará todo su entorno, pues este "propósito" que es como un "guión del alma", aun cuando cada uno tenga el suyo, se compenetran unos con otros, sin molestarse jamás, y así se va generando, con este fluir, la nueva humanidad, sacudiéndose las inseguridades, los viejos lazos egoicos y todo este mundo "dual" tan anclado al dolor y a la infelicidad.  La "nueva humanidad" recuperará el estado de felicidad própio de todas las Almas en plena Libertad.
 
                                                                                          
                                                                                     

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