La Consciencia es la brújula, la medida, aquello que nos alerta, en cada pensamiento, en cada acción, lo que nos hace "corregir", "rectificar", etc. No hago mención de un aspecto meramente "moralizante". La Consciencia es el sentido de los sentidos y mucho más. Es lo más puro y directo, que retorna nuestro "Ser Interno" a la Mente, vacia y límpia de todo tipo de pensamientos, y también a nuestro cuerpo y organismo físico. Cuando digo "retorna", no quiero decir que se hubiese ido, pues nuestro "Ser Interno" siempre está en nuestro interior aun cuando "no se perciba", lo digo en el sentido de hacernos conscientes de Él, de darnos cuenta, de comprenderlo y expermintarlo en la cotidianidad del día a día. Llegar a "sabernos Consciencia plena". Pues eso, "elimina radicalmente" la acción mecánica e hipnótica del "ego", evita que se apodere de la Mente, que los pensamientos, las palabras y las acciones tengan lugar "sin orden ni concierto" -como pasa con frecuencia-, y colapsen el crecimiento integral de los seres humanos.
Más la alegría de la "Consciencia plena" no es tan común, lamentablemente, como podria parecer y se manifiesta en los seres humanos de una manera "gradual", lo que confiere distintos niveles de crecimiento en las personas que la experimentan, y de igual manera, distintos grados de comprensión, de aceptación y de "trabajo interior".
"Todo es válido" en la medida en que cada uno comprende sus propios procesos en el momento de vivenciarlos. Y en la medida en que, de una manera recíproca, somos capaces de aceptar estos procesos en los demás. "Aceptar" no quiere decir "estar de acuerdo", aunque quiere decir una cosa muy importante: "respeto hacia los demás", por su libertad, por su libre criterio, por sus procesos espìrituales más íntimos. Con frecuencia el proceso de "aceptación" -de hecho, como tantos otros-, uno lo "descubre" o lo hace, después de "no haber aceptado alguna vez", los ritmos, los razonamientos o formas de hacer de los demás. Y es como "nos hacemos" con las "lecciones de Vida" y como se aprende en esta inmejorable escuela del mundo físico, en donde las personas acostumbramos a juntarnos por algo llamado "afinidad".
Cuando uno experimenta un "progreso" deja atrás las "afinidades" anteriores y se alinea con otras de nuevas, ajustadas al nuevo nivel. La ventaja de las etapas existenciales sucesivas, es que nos permiten "jugar los diferentes roles sociales" lo cual permite que aprendamos todas las lecciones posibles y desde todos los ángulos. Eso forma parte del proceso experimental integral que los seres humanos decidimos vivir en este mundo tridimensional de la materia densa (algo que se irá recordando paulatinamente, dentro de estos tiempos especiales que estamos viviendo).
Los anhelos de crecimiento interno -que son inherentes en el ser humano, indistintamente de la intensidad con que cada uno los capte-, determinan también las distintas "vias de crecimiento": Hay quién va a un ritmo, hay quién va a otro ritmo diferente, y en definitiva, el "Libre Albedrio" de que disponemos los seres humanos, nos da la suficiente libertad como para que cada quién vaya al ritmo que sienta o crea más adecuado para si mismo, eso también "crea afinidades" en el ritmo de crecimiento: personas que vayan a distinto ritmo buscarán personas "iguales" si se quieren agrupar para dar pasos conjuntos. Ritmos distintos: pasos descompasados, aunque no necesariamente "no convegentes".
Eso de ningún modo quiere decir que no pueda existir la "reunión o el encuentro" al contrario: debe existir entre todas las personas que están en el "camino espiritual", y al margen de que cada uno esté viviendo su propio trayecto, con parámetros y ritmos distintos.
Todos los ritmos son "buenos" si nos permiten crecer y despertar. Y no hay nada que nos impida la plegaria juntos. Enlazar una Cadena de AMOR y ENERGIA para la Humanidad y el Planeta, etc.
Con todo, si hay personas que, además de su "trabajo interno personal" de autodescubrimiento y de practica del AHORA, sienten con más frecuencia que otros, el anhelo de las prácticas en grupo, por otro lado, tan importantes por los momentos planetarios y humanos de expansión de Consciencia que se están viviendo mundialmente, se habrán de unir muy naturalmente, con personas de anhelos e inquietudes "parecidas", sin que eso impida para nada, el "trabajo en grupo" más espaciado, suficiente para otras personas en un mismo grupo. Y sin olvidar el sabio dicho: " no por mucho madrugar amanece más temprano".
Todas las dificultades que "se nos ponen delante", no son sinó pruebas de crecimiento y superación, que conducen indefectiblemente a la "comprensión" y al "equilibrio", para seguir avanzando, para no decaer jamás y seguir aprendiendo de todos los hermanos y hermanas con quienes compartimos los caminos de la humana existencia en sus distintos tramos y circunstancias*
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