EL MONTSERRAT NEVADO ENSEÑA LOS ELEMENTALES MARAVILLOSOS DE SUS ROCAS (foto IOM)
Cuando uno se interna por los caminos de la espiritualidad, no por hacerlo, se auto "redime". La espiritualidad es un terreno intrincado en donde las dificultades casi siempre son "pruebas" a superar, para extraer de ellas una enseñanza, un conocimiento. La búsqueda de uno mismo desde esta perspectiva es un trabajo laborioso pero sobretodo de voluntad, de persistencia, donde los "estímulos verdaderos" (cuando los haya) con frecuencia vendrán del propio interior, más que del exterior ruidoso. Pero no quiero profundizar en toda la global dimensión del tema, tan sólo señalar algunos aspectos "típicos" a través de los cuales se siente "atracción" hacia la espiritualidad. Uno de estos aspectos "mal entendidos" es el de pretender conseguir "experiencias" y convertir este factor en el "barómetro" del propio progreso. Progresar en la espiritualidad no es tan sólo conseguir, acceder o desarrollar diversos "sentidos", adquirir determinadas habilidades, -que también llegan si se avanza verdaderamente en el camino-, si no que lo autenticamente importante es reducir a "nada" o neutralizar al "ego múltiple y subjetivo", para que se pueda manifestar el SER INTERNO que es la parte más importante que cada ser humano tiene en su interior. Permanecer en la Quietud y el Silencio, y experimentar la Sabiduria Cósmica de la propia Individualidad "que nos guia" y que llevamos alojada en nuestro cuerpo temporal.
Pero el "ego" es muy subtil, aparece donde menos se le espera, incluso disfrazado de místico y de santo, y allí donde aparentemente no seria buscado, allí está estrujando ostentosamente una idea, una, digamos, "facultad", "haciéndose ver", o "haciendo ver" que es la propia Consciencia, y lo hace tan bien, que el aprendiz, el estudiante o el candidato, como queráis, se deja atrapar, y entonces sí, en detrimento de su propio real progreso. Diríamos que el "ego" en su particular "lucha por subsistir", por tener preponderancia, actúa como "demonio tentador" en el seno de la persona humana, en la mente engañada, y sólo la propia personalidad afectada puede reconducir la situación, dándose cuenta de ella, haciéndose consciente de lo que le está sucediendo.
El acercamiento al SER INTERNO es tan claro y objetivo, cuando se produce, que queda descartada toda duda ante su Luz. Cuando el "ego" está por en medio, es que no ha habido suficiente profundizamiento, tan sólo pequeñas chispas que no descartan ni la inseguridad, ni la duda. Por eso hay que ser persistentes, perseverantes, voluntariosos, y esperar el discernimieto antes que ningún "pensaminento victorioso" se infiltre en la mente para decir-nos que "somos los mejores" o que "ya lo hemos conseguido", etc. Porqué quién se expresa así es el "ego" con sus subjetividades, ansiedades, nerviosismos y desazones por ponerse "laureles".
Conseguir la "conexión" con el propio SER INTERNO es mucho más importante y no es precisamente tarea superficial. Es voluntad, persistencia y perseveranza, como he dicho, y paciencia en el trabajo. La propia vibración se modifica con el profundizamiento gradual, y lo que uno vivencia, ya no pertenece al ámbito tridimensional, si no a otros Planos de Consciencia donde el SER INTERNO siempre está interconectado. Lo que allí sucede ya no está condicionado por el "ego", ni tan sólo por la propia "personalidad": es Consciencia, y si acaso, pasa por la mente humana, será como un sueño vívido, impactante y lleno de lucidez, que será el "recuerdo" de la experiencia trascendental vivida, una vez retornado al estado de vigilia cotidiano.
La práctica de la MEDITACIÓN es el vehículo que más ayuda a hacernos prácticos en el profundizamiento que lleva hasta el umbral del SER INTERNO. Cuanto más sepa uno practicar esta fusión, este contacto, más sabrá sobre este ESPIRITU MARAVILLOSO, Padre-Madre, Androgino Divino, como se ha dicho tantas veces, que siempre está en lo más profundo del Corazón, pero que raramente es percibido, dado que el ruido del estado mental común y corriente del diario vivir, lo tapa completamente...
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