sábado, 13 de abril de 2013

CONSCIENCIA DE FLUIR...

 
Fluir en las muchas energías que nos trae la primavera multicolor, como inapreciable estímulo de expansión y crecimiento consciencial.  Respirar a fondo el prana purísimo que nos ofrece el equinoccio entorno a la montaña sagrada de Montserrat, que sana y equilibra al vehículo físico, y lo mantiene a punto para la consciencia, de los pies hasta el cerebro, desde la glándula pineal hasta todos los vórtices energéticos o chakras, inductores y difusores de todas las energías terrestres y cósmicas...
Ser plenamente este fluir, saturado de la Sabiduría única de la FUENTE, para despertar más y más, aquello que soy yo y que tú eres, aquella identidad que tiene bien presente el origen, la procedencia, y el lazo entero de esta VIDA que nos interconecta cristalizando la luminosa unicidad del TODO.
Ser viento en el viento, y sabiduría en el saber, ser consciencia presente de cada instante a donde uno llega, con las decisiones más comprometidas, desde la eternidad...
 
                           



 Tantos existenciales retornos, hipnótica materia, alcanzar ya la antigua meta del conocimiento y el progreso...  Lucidez necesaria, naturalidad vívida de plantas y árboles, tal como son, humana consciencia más allá del deseo y el placer, libertad de la mente, conducida solo por la esencia, sin otras intrusiones, más que "ella misma", el  nítido YO SOY: este es el fluir consciente que no se confunde con la evasión fácil y destructora...
¡Fluir, si!  Pero fluir con la consciencia, con la mente serena, en aquél estado de lucidez que tan solo se alcanza viviendo el "presente continuum".  Es el "tiempo propio de la consciencia": el "presente contínuo", propio de otras densidades, que tanto cuesta al hombre de mantener dentro de "nuestro particular tiempo lineal", con un "pasado" que pesa lo suficiente y un "futuro", que identifica tanto, que a menudo, "no se vive el presente", y se hace urgente soltar, soltar, soltar... ¡tanto lastre inútil!   
Si uno "no vive" el presente: no puede fluir...  Por eso en este mundo físico, vivir el presente, es un entreno constante, paciente, tenaz, al cual los seres humanos tenemos que dedicar con firmeza un importante esfuerzo de voluntad consciente...
                                                                                     

 
 El "tiempo" fuera de este mundo físico, "nada tiene que ver" con la forma "engañosa" con que hemos aprendido a movernos en él en la cotidianidad humana. Como se ha dicho la "consciencia vive en el presente" como forma "normal" de vivir, más encapsulada en el "cuerpo físico terrestre" tiene que comenzar un "nuevo y árduo aprendizaje y entreno" para seguir estando en todo momento en el "aquí y ahora".
Cuando se logra vivir el presente en forma contínua y en normalidad, no hay "preocupación", ni "ansiedad": es un proceso que dinamiza constantemente la vida, a parte de ser "lo único que tenemos", "lo único que controlamos", y "lo que nunca se acaba": és cuando uno fluye conscientemente... Es cuando la experiencia en este mundo físico se torna integra, indeleble en todos los niveles de cuerpo, mente y espiritu... Esa es la consciencia de fluir...
 
 
                                                                                      


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