miércoles, 13 de julio de 2011

PLACIDAS NOCHES DE VERANO: VIVIENDO EL INSTANTE...

Donde el rumor del viento se deja oir frotando en las altas copas de los árboles, mezclándose en la lejanía con el croar de los batracios de la balsa cercana, y más cercanos aun, los grillos saludando a la estación cálida: todo se llena con el ambiente del Estío.
Acunados como niños, mirando todos los claros del firmamento por debajo de la pineda acogedora, desfilan las estrellas y constelaciones y, sobretodo, esa Luz enorme, de un brillantísimo color dorado, siguiendo una ruta que atraviesa de lleno nuestra vertical, hacia un destino que intuimos cósmico y cercano a la vez, quizás por ser multidimensional, o por su proximidad al Macizo Sagrado de Montserrat.
Es el Corazón quién se remueve cuando, quienes se aproximan activan el potente encendido de sus luces, con el inequívoco "mensaje" que identifica a los Seres Luminosos que nos anuncian, una vez más, que son Ellos y están aquí, y el sentimiento que eso genera és tan especial, que no puede confundirse con ningún otro.  Es cuando uno se puede sentir "inocente niño" -siendo hombre o mujer-, ante los luminosos Elohim primigenios.  (Como es sabido no se inmiscuyen en los grandes y graves problemas que sufre la Humanidad
más no pierden detalle de los momentos cíclicos en los que estamos envueltos y a su modo están ayudando a
la formación de una Humanidad Consciente).


Viviendo el instante, uno puede vivenciar -aunque sean al principio- pequeñas "chispas" de eso  que se llama la "realidad consciente", y perseverando, mucho más.   Viviendo el instante en ausencia plena de la mente,   es todo tan distinto que (como se dice tanto ahora) resulta increible.     El caso es que vivimos una "realidad ilusoria" casi permanentemente, y cuando tenemos acceso a la "verdadera y objetiva realidad": no nos la podemos creer...
Vivir el instante, como hemos dicho ya otras veces, "nos pide poner una alerta permanente a nuestra Vida" y sin bajar jamás la guárdia en ninguno de los escenarios en donde se desenvuelve nuestra existencia: de día y de noche, las 24 horas, en el campo y mirando las estrellas y luces "especiales", como trabajando, en el paro o en vacaciones (los que las disfruten), compartiendo con todas las personas de nuestro alrededor (ninguna hay que este cerca de nosotros o nosotros de ella por casualidad: estamos "otra vez" reunidos por razones varias que cada uno podemos y debemos explorar), cuando nos relajamos, concentramos y meditamos, y también cuando nos reimos y divertimos.
La "mente" encerrada en los racionalismos no puede admitir nada de lo que aquí se está diciendo: es utilizada permanentemente por el "Ego subjetivo" al cual adora...  Es justamente cuando la "mente no participa" cuando podemos conocer la "verdadera realidad" porqué es cuando somos Consciencia, y es cuando se manifiesta todo lo que de Divino tiene el hombre...

                                                                                  
Bajo los árboles es  un Sanctuario en donde te custodian las altísimas y arrugadas columnas, estáticas pero mimbreantes porqué el viento se pasea libre por ellas, cantando y salmodiando viejos tonos ancestrales, pero a la vez lleno de Vida, de luminosos Elementales del mundo vegetal, del aire, y de la tierra, vistos o presentidos, la presencia energética de los cuales es conmovedora y transforma lo profano en sagrado y universal.  Para entrar conscientemente en lo más elevado y recóndito de este Sanctuario, sólo podemos recurrir a nuestro Ser Interno, de su mano, podremos entrar a ese "universo paralelo", y conversar directamente con el Elemental del Pino, o del Roble, o de la Encina, o del Olmo, etc., etc. 
Todo eso no lo escribo por ser "fàcil", sino por ser maravilloso, y aunque los seres humanos necesitamos muchos estímulos de todo tipo, para transformar-nos, para despertar-nos, para llegar a ser plenamente CONSCIENTES de todos nuestros pensamientos, actos y acciones: vale la pena todo esfuerzo...  A parte de que seguramente, muchos llevamos este "objetivo inscrito en el Corazón"   y hay que ir desperezándose ya...
Espero que el Verano sea propicio para todos, el "Cercle de Llum Montserrat" seguirà con sus encuentros y
tareas con toda normalidad, con las únicas variaciones ya conocidas en los horarios.   Cada dia tiene, verdaderamente su afán, y cada hora, cada mínuto y cada segundo, y sobretodo, ahora que el tiempo está "alterándose" (Resonáncia Schumann), y el día ya no tiene, ni mucho menos, 24 horas, aunque nuestros relojes sigan como siempre, y el tiempo, como ya sabemos (y nunca mejor dicho): vuele y ¡como vuela!
Os deseo un buen y consciente Verano..!

                                                                                     

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