El sonido de una música puede "transportar", puede situar a una persona en el momento más óptimo para interiorizarse, puede ser que inspire notablemente y transmita aún más, puede ser que relaje y que haga aflorar a sus oyentes los sentimientos más profundos del Alma y del Corazón. No obstante todo lo que puede hacer el sonido maravilloso de una música determinada, no quiere decir que quién la escucha, realmente llegue a comprenderla. Según la sabia filosofia ZEN "mientras se escuche la música con el oido, "nunca será comprendida". La música para ser "comprendida" tiene que ser vista. Y no nos referimos esta vez a los ojos físicos sino al hecho de "vivenciar, observar la realidad desde estados meditativos". Esta vivencia, esta observación, esta visualización, tiene que ser de la "vibración, la forma y el color", realmente el Corazón y el Alma del sonido, vivo, viviendo y flotando sus cadencias, en Dimensiones del Espíritu, que para ser "entendidas" "hay que ir a ellas" a través de la profunda interiorización y, por descontado, en ausencia total de la mente y los sentidos físicos "demasiado densos para llegar a comprender" en toda la acepción de la palabra, y más allá, del sentimiento inicial que uno alcanza (con el oido físico), para perderse después en las profundidades inmensas y envolventes de esta Sábia Naturaleza Cósmica, afortunadamente holográfica que conecta e interconecta al ser humano con la VIDA TODA DEL UNIVERSO.
En el mundo físico todo tiene mucho de ilusorio y hacen falta "otros" métodos para entender y penetrar en la verdadera realidad, que no es precisamente "eso" que socialmente se da a la Humanidad "como si lo fuese". Hoy en día ya se sabe que eso que se llama realidad es un concepto alterado y manipulado, la "misión" del cual es distraer al hombre y mantenerlo en la ignorancia de sus reales posibilidades.
Pero volviendo a la música, la "clave" de que sea en si mísma tan incisiva, transformadora, capaz de cambiar los estados de ánimo de una manera tan profunda, dulce, brusca, fulminante, etc., es por la vibración hecha sonido, que penetra en los otros ámbitos donde el ser humano tiene "subtiles terminales", con frecuencia incluso ignorándolo, puesto que "sólo" se conocen los sentidos físicos, creyendo que más allá de estos, no hay nada, cuando la más profunda sensibilidad emana de esos "sentidos ocultos", llegando al Corazón, al Plexo Solar, a la mente tranquila, que es cuando se intenta expresar, definir, todo aquello que, inequívocamente, sale del propio interior, lamentablemente tan ignoto aún.
Si el hombre conociese con alcance su interior y supiese también entrar y salir de él, además de sentir la música con los oidos físicos podria verla para comprenderla íntegramente, como asevera el Conocimiento ZEN.
SER DE LUZ EVOLUCIONANDO EN LA NOCHE EN LA VERTICAL DE MONTSERRAT-Foto IOM
Hablando de música, evidentemente, no me refiero a ritmos repetitivos y altisonantes, que lógicamnte también se pueden explorar, sino a esta música de todos los tiempos, que ha surgido de la profunda sensibilidad interna de los grandes compositores de todas las épocas, también la actual, y que lleva inscrita en el corazón mismo de sus armonías revolucionarias y transformadoras, este "mensaje de equilibrio" que, sin esfuerzo alguno se puede recibir i captar: simplemente dentro de una buena relajación, dejar fluir, dejar fluir, dejar fluir...
Pero si esta vez hemos hablado de la música, eso es aplicable a muchos otros aspectos de la Vida, que habitualmente, se tratan de manera externa, olvidando que todo tiene su parte interna y que esta acostumbra a ser la mayoria de veces la verdadera clave para comprender íntegramente muchos aspectos vitales que, por desconocimiento o falta de práctica, quedan sólo "parcialmente" entendidos, y eso, afecta la existencia.
En el "contacto" con los Seres Superiores de Montserrat, es aplicar "ese mismo criterio". El tema OVNI hay quién "no se atreve" a mirarlo desde un punto de vista interior o espiritual, por prejuicios, o por lo que sea. Y en cambio quién hace estas reflexiones para compartirlas y el mismo Círculo de Luz Montserrat, se ha concluido que "este tema" no se puede abordar de otra manera si se quiere llegar a su "comprensión integral". Y eso pues, implica una "preparación", una interiorización, una responsabilidad y un equilibrio, tanto a nivel individual como de grupo. Auto laborándose uno avanza: es la mejor manera de aprender pues queda el pósito de una experiéncia, donde uno mismo, tiene la perspectiva de los pasos que da, donde existe un diálogo permanente, y donde uno es libre de estar o de no estar. Aunque la "importancia está" en equilibrar la parte externa y la parte interna de la Vida y en ser prácticos en aplicarlo en todos los ámbitos y circunstancias por los que hay que moverse.
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