MONTSERRAT: HACIA LA OTRA DENSIDAD: CIRCULOS DE LUZ

Lo que forma un "Círculo de Luz" es la frecuencia de vibración acorde en unos mismos seres. Una inquietud, algo que entra y sale del plexo solar e inunda todos los circuitos existentes en uno mismo, de una "energía especial" que hasta ese momento no se había experimentado con tanta claridad y potencia. En virtud de esta "frecuencia" es que uno "sabe con seguridad y certeza" hechos, conocimientos, cosas, a las que con anterioridad no se había prestado suficiente o tal vez nula atención, y que a partir de este momento, es como una memoria incipiente que se va "recuperando" pues, en el fondo, siempre se ha estado conectado a ella, y ese "recuerdo" se vuelve ahora natural y objetivo en uno mismo y, de hecho, entra de lleno en la persona que lo vive, con una lógica serena, clara, contundente y de compromiso.

Quién no siente esta "frecuencia", quién no la ha experimentado, puede "no entender" la actitud de los que si. Aunque tampoco es el caso generar ninguna actitud "sectaria", a pesar de que alguien pudiera pensarlo equivocadamente, sino todo lo contrario, descubrir y ayudar a descubrir que realmente nos movemos, nos atraemos o nos repelemos, por "frecuencias determinadas de vibración". Y que, evidentemente, todo el mundo puede mejorar y/o elevar (o no) la propia vibración hasta "octavas de luz" o cercanas, y a través de ese progreso vital, llegar a nuevos conocimientos y experiencias a nivel espiritual y cósmico

Y por supuesto, un acercamiento inequívoco y conciente con los Seres de Luz que tanto se manifiestan por el Sagrado Macizo de MONTSERRAT y sus bellos entornos.

Mejorar o elevar la frecuencia de vibración es desprenderse progresivamente de la dañina actitud, tan proliferante hoy en día, de aferramiento a la materia, para, sin olvidar las obligaciones y responsabilidades que cada cual haya contraído en la vida práctica diaria, en este mundo físico -algo muy importante a tener en cuenta cuando se habla de estos temas-, iniciar con decisión el acercamiento, el encuentro con el Ser Interno, que todo ser humano tiene dentro de si (y que mucho se deja sentir a través de la voz de la Conciencia ante determinadas actuaciones humanas, se le haga caso o no), y que es su verdadera Individualidad Inmortal.

Acercarse al Ser Interno respectivo es, de inmediato, comenzar a transformar la también respectiva vibración. Cuando la "conexión" con el Ser Interno se produce, a través del trabajo de persistencia y voluntad, y más aún cuando se consolida, el ser humano entra en un nuevo estadio y estado conscientivo, que le equilibra y capacita para pasos superiores. Entonces es cuando se conoce el verdadero significado del "YO SOY".

Y es cuando el "CONTACTO" con "Los de Arriba", Seres de Luz de 5ª, 6ª o más densidades o dimensiones, - Seres de Pléyades o de Andrómeda -, no importa demasiado su real origen, sino su Luz y su Progreso, pues son el espejo en donde tiene que mirarse el ser humano de este mundo Tierra, decía pues, que el "Contacto" con ELLOS, se producirá sin demora, pues la vibración humana, estará en camino de ser como la suya: LUZ.

Cuando las personas "no se preparan para el Contacto" es imposible progresar porque están sujetas a un anclaje de "comodidad", de "ya estamos bien así..." Para evolucionar hay que hacer, -bajo toda lógica- cosas "distintas y aún mejores" de las que se han hecho hasta el presente. Todo proyecto tiene que tender a desarrollarse constantemente para superarse permanentemente, sino se corre el riesgo de crear "circulos cerrados" sin progreso ni evolución, con una repetición monótona de los mismos argumentos y eventos. El sentido del progreso es innato en el ser humano: progresar, evolucionar y en el mejor de los casos re-evolucionar. Nada por obligación o imposición, eso está claro. Sólo por entendimiento y comprensión. No evolucionar es un raro o anómalo concepto de "Libertad"...