AL ALBA DE UN NUEVO DÍA
Donde van los anhelos allí están Ellos, o como si digésemos, que allá donde uno vaya con el Corazón anhelante, Ellos, Los Señores del Cielo, los Seres de Luz, como una subtíl frecuencia vibrante, ahí están también de una manera luminosa y especialmente emocionante. Lazos del Alma y del Espíritu, trascendiendo la materia densa del mundo tridimensional, donde los cuerpos físicos humanos, vehículos de las Divinales Esencias, tienen estancia temporal y experimental. Desde las Dimensiones Superiores de la Naturaleza, en cuyos estratos más elevados y por derecho propio, sólo habitan Seres de Luz de Gran Sabiduria y Maestria, los lazos y vínculos con los humanos, aprendices, y muchos de ellos ignorantes aún de estas realidades, perduran en la distáncia Cosmica y Multidimensional. Eso viene a suceder con Ellos, como digo, los de Montserrat que igualmente y por eso mísmo, nos vinculan sin tiempo ni distáncia, nos movamos por donde nos movamos, aunque sea lejos de la Montaña Sagrada, la Montaña en donde se nos dan a conocer y donde siempre están...
Cada año se han tenido experiéncias sorprendentes y a veces aleccionadoramente prácticas por parte de miembros del Círculo de Luz Montserrat, mostrándonos hasta la saciedad como valores como el tiempo y la distáncia son factores irrisorios, que no tienen ningún tipo de importáncia a la hora de mostrarnos generosamente su presencia, sea donde fuere que nos encontremos.
Así se explica una de las últimas vivencias sucedida cerca del mar, concretamente el Mediterráneo, más allá del Cabo de Salou, entre Cambrils y Hospitalet de l'Infant (Catalunya), y en una zona muy tranquila:
"31 de Julio alrededor de las 12h. de la noche, desde la terraza en donde contemplábamos el ancho mar, lleno de oscuridad y tienieblas ese día y con una Luna roja, entre nubes de temporales, mirábamos el firmamento con una visibilidad bastante reducida i agunas débiles constelaciones titilantes. Desde nuestra calma y de forma intuitiva, esperábamos una señal. Estando así iba pasando el rato sin que se pudiera observar nada anormal. Ya pensábamos incluso que esta no era la noche "adecuada" para nuestras aspiraciones. Y ya para dar por terminada la infructuosa espera, hice un último intento, mentalmente, donde les pedí formalmente a Ellos, Seres de Luz, que de saber que nosotros estábamos allí, que nos hiciesen una "señal evidente", y acabé la petición repitiendo las tres frases finales de la "Invocación a los Seres de Luz" que dicen así: "que sus luces nos iluminen", "que sus luces nos guien", "que sus luces nos den coraje"... No habia terminado de emitir con fuerza estos pensamientos que apareció la esperada señal: un curioso e instantáneo trazo luminoso (de un palmo y medio a dos de la mano extendida), su cabeza era de intensos matices azules y blancos, así como el resto del cuerpo luminoso... Dirección Oeste - Este, y de arriba hacia abajo o también del cielo dirección mar... El efecto agradable y sorprendente que sentimos se hace inenarrable, por la rapidez y sincronia de los pensamientos emitidos, con la aparición puntual del trazo. Nos dimos plenamente aludidos, y tratándose además, como digo, de una noche oscura, con nubes, y con muy mala visión de los astros. Consideramos que esa era la señal que habíamos pedido, nuestro anhelo sa había visto cumplido.
Terminado el breve relato, no podemos sinó convenir que el "grado de conexión" existente en estos momentos, es el que acompaña las personas en sus desplazamientos. Donde quiera que se situen los más sinceros anhelos del Corazón: allí va la conexión... La conexión que no es ningún "juego" y que actua como el calor de una amistad, de un compromiso, de un proyecto en el cual, "se nos orienta, se nos ayuda, se nos estimula"...
Buen Verano a todos y no dejéis de contemplar el cielo estrellado siempre que os sea posible, están llegando del Cosmos muchas vibraciones especiales, para los que tengan la sensibilidad de captarlas...
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