Estar en el mundo físico, hoy y siempre, implica "trabajo" y "aprendizaje", experimentación y "despertar de consciencia", así como ir descubriendo, con mayor o menor prontitud, quienes somos, de donde venimos, a donde vamos y porqué. Estar en el mundo físico también comporta "errores y equívocos", puesto que mientras "no recordamos" (debido al "trauma" de la venida a la existencia física) nuestra "identidad original", nuestra consciencia, seguirmos en "manos de la psicología del ego", en manos de la cual, el hombre ha estado por miles y miles de años, aun hoy existen importantes contingentes humanos, "desconociendo" su propia consciencia, encerrados en este mundo de los cinco sentidos, "límite del ego" y de este mundo físico ilusorio, aunque pasar ello también sea su particular experiencia.
Es por eso que insisto en las "claves" que pueden servir para "salir" de esta situación: vivir el instante o momento presente de forma permanente; despertar consciencia, lo que permite el recuerdo vívido de nuestro "ser identitario verdadero", el ser inmortal que somos, más allá de este vehículo físico, perfecto y maravilloso, del qual propiciamos, por causas diversas ( que todos sabemos, entre ellas la "ignorancia" y la "inconsciencia") su propio periclitar, cuando la duración del cuerpo físico, sostenido por, y conteniendo al Ser Interno, y experimentando en este plano dimensional, quizás pudiera ser "más larga y provechosa" y el recuerdo de la "identidad luminosa" que cada uno es, siendo presente y activo, no representase ningún "estorbo", antes al conotrario, pudiera estimular aún más, todo el "trabajo interno" de las consciencias que somos.
LAS HOGUERAS SOLSTICIALES DE SAN JUAN NOS INVITAN A QUEMAR EL LASTRE INUTIL
Ser y Estar, en este mundo físico -aún siendo "repetidores" de múltiples existencias-, siempre es una nueva oportunidad para acabar o completar lo pendiente, para "no dejar nuevamente trampas", cuestiones inacabadas, deudas por saldar (y no me refiero solo a dinero), promesas incumplidas, cuestiones que nos "obliguen a volver" en un nuevo cuerpo físico; ser y estar en el mundo físico es una oportunidad inmejorable para perdonarnos y perdonar, para sentir contrición y reparar, para no dejar nada atrás, para "hacer bien las tareas y deberes" de una vez por todas, y no tener que repetir más este "milenario curso" y pasar ya al próximo...
Ser y Estar, en este mundo físico no es una cuestión tan "vana" como venir de vacaciones a "pasarnoslo bien", pudiendo ser esta experiencia la que uno piense que quiere vivir, tal vez y de forma "inconsciente", esté aplazando un progreso espiritual o el propio despertar de consciencia en aras de este "pasarnoslo bien" (que no tiene porque estar reñido con "ser feliz"). Con todo, si uno ha tomado esta determinación, podrá vivirla y experimentarla tanto como quiera: pues a él solo atañen las consecuencias que se deriven. Nadie puede "eludir sus responsabilidades" porque "no quiera enfrentarlas", o piense que "no las recuerda".
Tarde o temprano descubrirá que "no enfrentarlas" retrasa su propio proceso, o si es el caso, las "recordará" en el momento oportuno. De todas formas, el "trabajo interno" conduce a la lucidez consciencial y en consecuencia a la superación de todos estos íntimos procesos.
En cierta manera, esta reflexión está en la línea de que no todo el mundo, ahora y aquí, tiene interés en "despertar consciencia" o "progresar espiritualmente", al mismo tiempo, sin embargo, cada uno lo hará cuando lo crea conveniente. Esta es la "Libertad" que tenemos en nuestro mundo. Se puede deducir de ello, una vez más, que el proceso de expansión consciencial de la humanidad, no se realiza de manera "uniforme" y no tiene nada de "forzado", aún siendo "lo que nos espera a todos" (tarde o temprano) para "evolucionar integralmente" como esencias luminosas del universo. Y antes que de ninguna otra forma, sucede "individualmente", por decisión propia, por el esfuerzo individual e íntimo, posteriormente será cuando se "colectivice" y tome gran relieve grupal.
No obstante, en momentos como el actual "Ciclo" en que el Universo, el Cosmos, el SOL, el Sistema Solar y la Tierra se "confabulan para bien de todos", se hacen especial y energéticamente propícios, a grandes contingentes humanos que ya tomaron su decisión individual, estimulándolos, haciéndolos mucho más proclives al "trabajo interior", a la "expansión de la consciencia", colectivos que van formando ya los fundamentos de la "nueva humanidad consciente".
LAS HOGUERAS SOLSTICIALES DE SAN JUAN NOS INVITAN A QUEMAR EL LASTRE INUTIL
Ser y Estar, en este mundo físico -aún siendo "repetidores" de múltiples existencias-, siempre es una nueva oportunidad para acabar o completar lo pendiente, para "no dejar nuevamente trampas", cuestiones inacabadas, deudas por saldar (y no me refiero solo a dinero), promesas incumplidas, cuestiones que nos "obliguen a volver" en un nuevo cuerpo físico; ser y estar en el mundo físico es una oportunidad inmejorable para perdonarnos y perdonar, para sentir contrición y reparar, para no dejar nada atrás, para "hacer bien las tareas y deberes" de una vez por todas, y no tener que repetir más este "milenario curso" y pasar ya al próximo...
Ser y Estar, en este mundo físico no es una cuestión tan "vana" como venir de vacaciones a "pasarnoslo bien", pudiendo ser esta experiencia la que uno piense que quiere vivir, tal vez y de forma "inconsciente", esté aplazando un progreso espiritual o el propio despertar de consciencia en aras de este "pasarnoslo bien" (que no tiene porque estar reñido con "ser feliz"). Con todo, si uno ha tomado esta determinación, podrá vivirla y experimentarla tanto como quiera: pues a él solo atañen las consecuencias que se deriven. Nadie puede "eludir sus responsabilidades" porque "no quiera enfrentarlas", o piense que "no las recuerda".
Tarde o temprano descubrirá que "no enfrentarlas" retrasa su propio proceso, o si es el caso, las "recordará" en el momento oportuno. De todas formas, el "trabajo interno" conduce a la lucidez consciencial y en consecuencia a la superación de todos estos íntimos procesos.
En cierta manera, esta reflexión está en la línea de que no todo el mundo, ahora y aquí, tiene interés en "despertar consciencia" o "progresar espiritualmente", al mismo tiempo, sin embargo, cada uno lo hará cuando lo crea conveniente. Esta es la "Libertad" que tenemos en nuestro mundo. Se puede deducir de ello, una vez más, que el proceso de expansión consciencial de la humanidad, no se realiza de manera "uniforme" y no tiene nada de "forzado", aún siendo "lo que nos espera a todos" (tarde o temprano) para "evolucionar integralmente" como esencias luminosas del universo. Y antes que de ninguna otra forma, sucede "individualmente", por decisión propia, por el esfuerzo individual e íntimo, posteriormente será cuando se "colectivice" y tome gran relieve grupal.
No obstante, en momentos como el actual "Ciclo" en que el Universo, el Cosmos, el SOL, el Sistema Solar y la Tierra se "confabulan para bien de todos", se hacen especial y energéticamente propícios, a grandes contingentes humanos que ya tomaron su decisión individual, estimulándolos, haciéndolos mucho más proclives al "trabajo interior", a la "expansión de la consciencia", colectivos que van formando ya los fundamentos de la "nueva humanidad consciente".